VOLCÁN PUYEHUE; A UN AÑO DE LA SORPRESA Y SU ENSEÑANZA Reviewed by Momizat on . Corría la tarde de un sábado como cualquier otro. Cada familia en sus cosas. Cada persona atendiendo lo suyo como le fuera costumbre. Nada que pudiera suponer q Corría la tarde de un sábado como cualquier otro. Cada familia en sus cosas. Cada persona atendiendo lo suyo como le fuera costumbre. Nada que pudiera suponer q Rating: 0
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VOLCÁN PUYEHUE; A UN AÑO DE LA SORPRESA Y SU ENSEÑANZA

VOLCÁN PUYEHUE; A UN AÑO DE LA SORPRESA Y SU ENSEÑANZA

Corría la tarde de un sábado como cualquier otro. Cada familia en sus cosas. Cada persona atendiendo lo suyo como le fuera costumbre. Nada que pudiera suponer que la rutina  cambiara de un minuto a otro. Nada que suponía quedar luego en la historia.

El cielo, pasadas las cuatro de la tarde, quedó cubierto. De tal forma que en minutos parecía haber llegado la noche sin aviso, sin correr el reloj. Los animales comenzaron a manifestarse expresando sus comportamientos en hábitos inusuales. Algunos corrían a cubrirse, otros lloraban, otros revoloteaban en círculo.

La erupción del Volcán Puyehue sorprendió a todos. Nadie estaba preparado para semejante manifestación natural. Ese cielo gris profundo daba signos de algo extraño, pero nunca se pensaba en esos minutos que se trataría de un hecho que marcara la historia de varias ciudades de la Patagonia Argentina.

Fue un examen de supervivencia. Un desafío de la naturaleza que puso a prueba a la sociedad, a las costumbres, a la solidaridad, a las respuestas inmediatas. Y en ese punto debemos detenernos, analizar lo social por un lado y lo político por otro.

Socialmente, el ahora reconocido Volcán Puyehue ha puesto a prueba a la sociedad en su conjunto como unión de voluntades que sin pausa ni respiro le hizo frente a las circunstancias. Entre tristeza, preocupación e incertidumbre, la gente combatió a pulmón, con lo que podía responder, de la manera más significativa, con valor y sabiendo que no podía darse el descanso de bajar los brazos. Las consecuencias fueron muchas. El desconcierto y el temor se presentaron sin mediar palabras ni tiempo de pensamiento. Se tuvo que dar respuesta y midiendo la tolerancia y la calma, la sociedad dijo presente y subsistió.

Alto grado de entereza permitió que hoy la sociedad esté en marcha, con la frente bien alta y el orgullo intacto de haber soportado semejante desastre natural. Algunos, por razones de cada uno, se marcharon frente a los acontecimientos y otros por los resultados que dejó. Pero la mayoría dijo presente y dieron pelea. Hoy… socialmente se está más unido que antes y con la certeza de saber que la próxima vez, si el destino lo presenta, se tendrá la misma respuesta que hace un año atrás, porque ya se sabe, UNIDOS SE PUEDE.

Por otro lado, ha dejado un vacío. Es en la esfera política donde lamentablemente no se tuvieron las respuestas que realmente se esperaban. En ese aspecto, debemos centrar las miradas y poner de manifiesto que hay muchas cosas por corregir, mucho por hacer, mucho en lo que se debe trabajar.

No se tenía la momento del fenómeno una estructura de evacuación. No había una planificación ya trazada de distribución de agua, de alimentos, lo que dice de Emergencia. No había equipamiento suficiente, faltantes de elementos necesarios, y por sobre todas las cosas, la dirigencia política responsable no había alertado lo que era sabido que sucedería en algún momentos de aquellos días.

Se ha llegado a escuchar que se trataba de una “sensación psicológica”, seguramente haciendo referencia al estado de psicosis y desesperación. Quizás…, lo más indicado en este momento no sea hacer referencia al tema y quedarnos con la imagen de lucha, valor, solidaridad, fuerza, coraje, entereza, dignidad, sacrificio que ha tenido el pueblo para hacerle frente a la naturaleza y ganarle la partida. Carlos B. Pianesi – Director de Ética y Moral -

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